Liberdade de Informação: e o direito que os cidadãos têm de ser informado de tudo que se relaciona com a vida do Estado, e que, por conseguinte é de seu peculiar interesse. Esse direito de informação faz parte da essência da democracia. Integra-o a liberdade de imprensa e o direito de ser informado. Artigo 5º inciso XXXIII, da Constituição Federal. Prof. Franscisco Bruno Neto.

14 de setembro de 2010

LULA: PROMOTOR DE DITADORES

Lula: promotor de dictadores.

Las más recientes acciones de política exterior impulsadas por el presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, merecen un detenido análisis en nuestro país, no solamente por el nivel de incoherencia que las mismas evidencian, sino también porque, de alguna manera, la controvertida forma de actuar del Mandatario brasileño está comprometiendo la imagen externa del Mercosur, y, por ende, la de nuestro propio país como miembro activo de este proceso de integración regional.

Del gobierno encabezado por Lula se podría afirmar lo que en otra época se decía sobre el estilo de gestión que caracterizaba al entonces oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México: “derecha para adentro, izquierda para afuera”. En efecto, la actual administración brasileña se ha mostrado celosamente ortodoxa en el manejo de la economía del país –lo cual en sí mismo es un hecho auspicioso–, hasta el punto que el ex presidente Fernando Henrique Cardoso manifestaba años atrás que su sucesor en Brasilia era mucho más conservador que él en esa materia.

Sin embargo, en el ámbito de la política exterior, la ideología izquierdista impregna la mayoría de las acciones implementadas por Lula. De manera entusiasta, por ejemplo, se ha declarado un gran defensor de la tiranía teocrática iraní, encabezada por el despótico Mahmoud Ahmadinejad, cuyo régimen recibió las recientes sanciones del mismísimo Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por su amenazante campaña de proliferación nuclear.

Días atrás, por su parte, recibió con grandes honores en Brasilia a otro autócrata del Medio Oriente, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, en el poder desde el año 2000, cuando heredó de su totalitario padre, Hafez al-Assad, el gobierno de su país. La familia “imperial” de Damasco lleva 40 años decidiendo por sí misma los destinos de aquella nación asiática.

Insólitamente, Lula y al-Assad se refirieron a la posibilidad de que Siria y el Mercosur integren sus economías mediante la suscripción de un acuerdo de libre comercio, o de otro tipo de asociación estratégica. Cabe recordar que tanto el régimen de Siria como el de Irán son acusados de promover el terrorismo internacional, imputación que proviene no solamente del Gobierno de los Estados Unidos, sino también del de la República Argentina, que llegó incluso a ordenar la captura internacional de varios líderes iraníes por su implicación en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994.

En los últimos días, Lula encabezó a su vez una gira por países africanos que lo llevó en visita oficial a Guinea Ecuatorial, donde mantuvo un “cordial” encuentro con el dictador de ese sojuzgado país, Obiang Nguema Mbasogo, quien se encuentra en el poder desde el año 1979.

Respondiendo a las críticas que generó este encuentro, el ministro de Relaciones Exteriores del vecino país, Celso Amorim, argumentó que en su gobierno “no estamos ayudando ni promoviendo una dictadura”. Cuestionó la “prédica moralista” de algunos, rematando su infeliz declaración con la máxima de que “negocios son negocios” y que bajo este principio su país debe “trabajar normalmente” con la comunidad internacional.

La hipocresía de Lula y de su canciller alcanza niveles realmente dramáticos. La “prédica moralista” que ahora cuestiona Amorim es la misma que su presidente aplicó cuando amenazó con dejar de asistir a la pasada Cumbre Unión Europea-América Latina si el jefe de Estado de Honduras, Porfirio Lobo –electo democráticamente por su pueblo–, se presentaba en el encuentro birregional.

La ética tampoco parece atribular la conciencia del presidente brasileño cuando se empecina en incorporar como socio pleno del Mercosur a la sufrida Venezuela, oprimida por el dictador Hugo Chávez, sin hacer la menor mención a la cláusula democrática del bloque ni al profundo deterioro institucional que vive esta hermana nación latinoamericana. Solo importa su petróleo; de principios, ni hablar. Tiene razón Amorim, “negocios son negocios”.

Que Lula comprometa el prestigio internacional de su gobierno y ....

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Fonte: http://www.abc.com.py/nota/147871-lula-promotor-de-dictadores/

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